Todas las glorias a Sri Guru y Sri Gauranga

Soquel, California: La primera mañana

con Su Divina Gracia,
Srila Bhakti Sundar Govinda Dev-Goswami Maharaj

por Vrindavanesvari Devi Dasi

Septiembre 14, 2004


Soquel Ashram foto por
Ranajit Prabhu

Srila Gurudev transpiraba amor y afecto esta mañana, a pesar de que no se encuentra con buena salud y de que tuvo muy poco descanso. Cuando llegué al Seva Ashram de Soquel para el darshan de las seis de la mañana, me dijeron que él no había dormido durante la noche. No se esperaba que Su Divina Gracia viera a los visitantes sino hasta después de las 8 de la mañana, si acaso. De inmediato me sentí preocupada por su estado y con cierto desánimo por la imposibilidad para verlo ese día, pero la alegre atmósfera creada por todos los devotos no me permitió hundirme en la tristeza. Su divina presencia se sentía en todas partes, pudiéramos o no verlo físicamente.

Cerca de veinte de nuestros Hermanos y Hermanas espirituales se encontraban apiñados en el cuarto del templo, frente a Sri Sri Guru Gauranga Gandharvika Giridhari, cantando bhajans después del mangal arotik. Todos estaban sonrientes y cantando las palabras con renovada sinceridad. Hubo también algo especial alrededor de esas horas tempranas de la mañana que incitaban una claridad de propósitos y una paz mental mayores.

Afortunadamente, la oportunidad de tener el darshan de Srila Gurudev se presentó más pronto de lo que yo esperaba. Únicamente cuarenta y cinco minutos después de que llegué, las puertas de su casa se abrieron y los devotos empezaron lentamente a entrar con cautela. En mi experiencia, los momentos más intensos suceden cuando uno ve por primera vez a Sri Guru tras un largo período de separación. Pasaron un año desde que lo vi en Rusia, y cuatro años desde que él visitó California. Después de entrar a su recibidor, recibí el impacto de los rayos de misericordia que emanaban de su forma brillante. Sus ojos se encontraron con los míos, y yo instintivamente agaché mi cabeza y junté mis manos con reverencia. Él, en respuesta, generosamente asintió con su cabeza. Me senté a los pies de mi padre (Sarvabhavana Prabhu). Su Divina Gracia no habló mucho, pero mantuvo un asombroso y cálido humor a pesar de la falta de sueño y la fatiga del viaje. Hizo bromas en relación con los botones del teléfono y preguntó acerca de subir en auto hasta lo alto de la colina que forma parte de la propiedad del Ashram. Miró a los devotos que se iban amontonando en el cuarto y les sonrió tranquilamente a todos. El solo hecho de estar en el mismo cuarto era algo mágico. Ante esta proximidad tan corta me acordé de cuán íntimo es nuestro contacto con Srila Gurudev. Sentí mi corazón fuertemente atraído, y de nuevo me di cuenta de que él puede ver dentro de mí. Él me conoce mejor que lo que yo me conozco, y milagrosamente él extrae las pocas buenas cualidades que yo pueda poseer a partir de la inmundicia de ego (y de cualquier otra cosa que pasa dentro de mi loca mente).

Pero en la superficie, Srila Gurudev siempre estuvo con un humor festivo. En cierto momento sintió dificultad para respirar, y Ranajit Prabhu le trajo su máquina de oxígeno. Cuidadosamente, él colocó los delgados conductos bajo su nariz y se relajó reclinando su espalda en la silla. Mi papá bromeó diciendo que él (Srila Gurudev) había traído aire de Calcuta hasta América (una afirmación irónica puesto que, como la mayoría lo sabe, el aire de Calcuta es probablemente el peor del mundo). Srila Gurudev se rio y checó la máquina, pretendiendo ver si había algún letrero que señalara algo acerca de esa ciudad de Bengala Occidental. Fue un momento en que el ánimo de los presentes se alivió de la tensión que se había generado por la presencia de la máquina de oxígeno. Varios devotos mostraban tristeza, expresiones conmovidas al mirar los síntomas de su frágil salud. Pero con el destello de su sonrisa y expresiones encantadoras, él continuamente hizo que todos se sintieran cómodos.

Permanecimos en la presencia de Srila Gurudev por cerca de una hora y luego se nos mandó hacia afuera para que fuéramos a desayunar. Ranajit Prabhu, Bhakti Lalita Didi, Jamuna Priya didi, Srutasrava Prabhu y Sripad Janardan Maharaj se encuentran velando con mucha atención por la salud de Srila Gurudev. El tiempo de darshan que él nos ofrezca será limitado de manera que pueda descansar apropiadamente, pero no hay duda que su mera presencia inspira, en sus discípulos así como también en los buscadores sinceros, una actividad devocional que incrementa. Esta pobre alma ora para que ella sea útil y ofrezca un pequeño servicio a los devotos alrededor del mundo.

¡Jaya Srila Bhakti Sundar Govinda Dev-Goswami Maharaj!

Vrindavanesvari Devi Dasi
Traducción: Jai Balai Dasa


Soquel, aviso para los peregrinos

Sri Chaitanya Saraswat Math, Nabadwip:
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